Los restos de la ermita de San Amaro se localizan en el lugar de Seoane, en la parroquia más norteña de Forcarei, en Meavía (San Xoán). Esta parroquia debe su nombre a la antigua vía o camino que por aquí circulaba, el Camiño Breeiro o también conocido como de Os Arrieiros, o quizás a su antecedente romano, pues aún existen restos de una vía secundaria.
El origen del topónimo «meavía» podría indicar la existencia de un punto equidistante entre otros dos y así su nombre vendría de «media vía». Es posible que fuera el punto intermedio del camino de los arrieros entre Ribadavia y Santiago.
También se cuenta que un ramal del Camino podría aprovechar este y de ahí la advocación a San Amaro.
Los citados restos se encuentran en un pequeño montículo de 490 metros que forma un meandro del Río Umia, el cual se localiza a escasos metros por debajo de la capilla.
Hoy día se conservan los muros y los arcos y las vigas de madera que sostenían la cubrición que se derrumbó en el siglo XIX.
No sabemos cuándo se abandonó, pero seguramente sería tras el derrumbe, pues el diccionario Madoz de mediados de siglo XIX habla de la ermita de Meavía y no nombra su estado ruinoso: «Al sur de la feligresía está la ermita de San Amaro, situada en un vericueto».
Sobre su origen no encontramos nada. Por su arquitectura y características creemos que podría datarse la capilla en el siglo XVII, con reformas posteriores. Se dice que se construyó sobre una ermita anterior de la que sin embargo no apreciamos detalle.
Se trata de una iglesia de una sola nave, de sillería y mampostería. Su fachada presenta una puerta adintelada bajo una ventana abocinada. En lo alto podría haber existido una pequeña espadaña con campana. No presenta decoración exterior en estos momentos.
En el muro sur se abre otra pequeña puerta y dos ventanas, al igual que el ábside rectangular. Existe una sacristía por detrás del altar con una planta a la cual se accede por unas escaleras laterales. Aún se pueden apreciar restos de pinturas murales.
En el exterior, frente a la fachada, se conserva la base de un cruceiro y junto a la iglesia podremos ver los restos entre la maleza del posible Camiño Breeiro.
La veo muy interesante. Que lástima que este tan abandonada.
Es su día debió de ser una capilla de paso para los peregrinos.